Imagen del mes - marzo

El antropólogo físico Arturo Romano Pacheco nació en la ciudad de México en septiembre de 1921 y falleció en esa misma ciudad, en marzo de 2015, poco antes de cumplir los 94 años de edad. Ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 1942. El Instituto Carnegie de Washington le otorgó una beca entre 1946 y 1948. Al siguiente año, la UNAM lo becó para cursar el posgrado en paleomastozoología, y para 1956 obtuvo la Maestría cum laude en antropología física con la tesis titulada Los restos óseos de la Cueva de la Candelaria, Coahuila.

Sus primeras excavaciones arqueológicas fueron por invitación de Javier Romero Molina en Cholula, en donde empezó a especializarse en exploración de entierros. Para 1947 el INAH lo comisionó para hacer estudios y excavaciones en Tlatilco, trabajo que continuó en 1962. Paralelamente realizó exploraciones en los entierros de Azcapotzalco y en Tamuín, San Luis Potosí, donde colaboró con el arqueólogo Wilfrido du Solier. Por influencia de Pablo Martínez del Río y Manuel Maldonado-Koerdell participó en investigaciones sobre el poblamiento de América, colaborando en exploraciones en distintos estados de la República Mexicana en busca de restos de mamuts entre 1952-1953.

Intervino en la exploración del Templo de las Inscripciones en Palenque con Alberto Ruz Lhuillier y Eusebio Dávalos, haciendo la fotografía antropológica de la osamenta de Pakal (1951-1952), y en 1994 colaboró con la fotografía y el análisis antropológico de la Reina Roja del Templo XIII de Palenque. Entre otros trabajos de identificación que hizo, están los restos de Eusebio Francisco Kino en Magdalena de Kino; de Miguel Ramos Arizpe en la Catedral de Puebla; de Francisco Xavier Clavijero en Bolonia, Italia, y en noviembre de 1978, los restos de Sor Juana Inés de la Cruz en el ex convento de San Jerónimo.

Entre sus contribuciones a la antropología física está el haber propuesto una clasificación de los distintos tipos y modos de entierros por zonas geográficas y horizontes culturales, misma que publicó en su artículo “Sistemas de enterramientos” en el libro Antropología física: época prehispánica, publicado en 1974. En el campo de la antropología física forense, introdujo la identificación basada en la morfología craneana. Por tales motivos, a partir de 1975, colaboró con la Dirección General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del D.F. y fue miembro fundador de la Academia Mexicana de Criminalística.

Entre su producción bibliográfica están los siguientes títulos: Tlatilco: un sitio preclásico del Valle de México (1952); Estudio preliminar de los restos osteológicos encontrados en la tumba del Templo de las Inscripciones, Palenque, coautoría con Eusebio Dávalos (1954); Estudio morfológico de la deformación craneana en Tamuín, SLP y en la Isla del ídolo (1965); Estudio preliminar de los restos osteológicos encontrados en la tumba del Templo de las Inscripciones (1974); y La craneología antropológica en México (1996), entre otros.

 

   
Arturo Romano en homenaje póstumo a Juan Comas, C.U., 20 de febrero de 1979.  Derecha: Arturo Romano, Zaid Lagunas, Sergio López, Juan Comas, Camille Destillieres y Carlos Serrano. Cuarto Congreso de la Sociedad Mexicana de Anatomía, Toluca. 1969.  Fondo documental y fotográfico Juan Comas.

 

Por Alicia Reyes Sánchez

Boletín Alfonso Caso