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Jaime Litvak King nació en la Ciudad de México el 10 de diciembre de 1933, en la colonia Santa María La Ribera. También vivió en la calle de Mesones en el Centro Histórico. Fue hijo de Abraham Litvak y de Genia King, y tuvo dos hermanas Lily y Rosi. De niño, los fines de semana o en periodo vacacional, su padre lo llevaba a sus viajes. Fue cadete y oficial en el pentatlón deportivo militar universitario, ahí realizó el servicio militar y posteriormente ingresó a la Armada de México, al cuerpo de infantería de Marina. Sus primeros estudios fueron en el Colegio Israelita de México (1939-1950) de donde egresó con el grado de bachiller en Economía. Ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia cuando ésta aún se encontraba en la calle de Moneda 13, y obtuvo la licenciatura en arqueología en 1963. En la UNAM obtuvo la maestría en Ciencias Antropológicas con la tesis titulada Cihuatlán y Tepecoacuilco, dos provincias tributarias de México en el siglo XVI y el doctorado con la tesis El Valle de Xochicalco. Un modelo estadístico para la arqueología regional, en 1970, por la cual recibió el Premio Fray Bernardino de Sahagún en 1971. Además, realizó estudios de posgrado con la beca Fulbright-Hayes en las Universidades de Indiana y Pennsylvania en 1964; hizo una estancia en la Fundación Lerici de Roma en 1967 y con la beca British Council Fellowship estuvo en la Universidad de Cambridge de 1967 a 1968.

Sus contribuciones más importantes fueron en la aplicación de técnicas y métodos en arqueología, así como en las explicaciones culturales. A nivel mundial, es considerado uno de los pioneros en la aplicación de métodos cuantitativos y de la computación en la arqueología. También fue pionero en el estudio de la arqueología industrial en nuestro país. Se formó con Pedro Bosch-Gimpera, Juan Comas, Paul Kirchhoff, Mauricio Swadesh, Santiago Genovés y Eduardo Noguera, entre otros importantes antropólogos. Fue ayudante de Ignacio Bernal en el Museo de Antropología y su adjunto en sus clases de la ENAH. Pero a quien siempre reconoció como su maestro muy cercano fue al prehistoriador José Luis Lorenzo, de quien fue alumno y colaborador. Lorenzo fundó el Departamento de Prehistoria del INAH, al cual se integró Litvak de 1963 a 1968, primero como practicante en Ciencias Histórico-Geográficas y, posteriormente como investigador.

Participó en numerosas temporadas de campo. Como estudiante excavó en Tecoaque, Tlaxcala, con Román Piña Chan (1959). Con José Luis Lorenzo en Teopisca, Chis., (1960), en Culhuacán, D.F., (1960), en Tepexpan (1961), y en Tepeapulco, Hidalgo (1962-1963). Y como investigador del INAH excavó restos de mamut en Nochistlán, Oaxaca, y participó en el rescate de las presas El Infiernillo (1963-1964) y La Villita (1966-1976), en Guerrero y Michoacán. Ya como investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas excavó en el Valle de Xochicalco, Mor., (1968-1974), y con Jorge Angulo hizo excavación de entierros en Cacahuamilpa, Gro. (1971). Realizó recorrido de superficie en Sierra Fría, Mor., (1978-1979), y con Paul Schmidt en Buenavista de Cuéllar, Gro., (1987). Para el gobierno del estado de Tlaxcala hizo un inventario de recursos culturales en 1980. Además, hizo peritajes de piezas arqueológicas de 1966 a 1995 para el INAH, para el estado de Nuevo México en Albuquerque y para la Procuraduría General de la República.

En 1968 ingresó a la Sección de Antropología del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Al convertirse esta Sección en el actual Instituto de Investigaciones Antropológicas el 4 de octubre de 1973, el cual recién cumplió su 50 aniversario, fue nombrado su primer director, puesto que desempeñó de 1973 a 1984, y durante su gestión construyó el edificio que actualmente lo alberga, participando activamente en su diseño con el fin de que sus instalaciones fueran las adecuadas para el tipo de investigaciones que se realizarían en el joven Instituto. También durante ese período fue conformando la Biblioteca Juan Comas, una de las más importantes en antropología en América Latina, de la cual, también, diseñó un sistema de clasificación ex profeso. Posteriormente, durante el período de 1994 a 2002, fue su Coordinador.

Además de sus actividades arqueológicas, fue gran divulgador de las humanidades y de la ciencia, y con el propósito de crear puentes de comunicación entre la comunidad universitaria, fundó el Periódico Humanidades en agosto de 1990, en el cual se publicaron artículos con diversos temas, desde científicos hasta culturales. Asimismo en su programa de radio Espacio Universitario, daba voz no sólo a los académicos de la UNAM, sino también de otras instituciones académicas como el IPN, la UAM y otras.  Este programa estuvo al aire durante 21 años, del 3 de septiembre de 1985 al 16 de octubre de 2006. Al mismo tiempo transmitió otro programa de radio titulado La música en la vida (27 de noviembre de 1996 a 21 de octubre de 2006). Ambos en Radio UNAM, y en donde hacía gala de su excelente fonoteca.

A nivel docente, entre las materias que impartió están: Arqueología de Mesoamérica; Economía y tecnología primitivas; Métodos y técnicas arqueológicas; Seminario de técnicas arqueológicas; Técnicas auxiliares de investigación; Estratificación y materiales arqueológicos; Arqueología del centro de México; Legislación sobre patrimonio cultural; Servicios museísticos; Catalogación de museos; Administración de instituciones; Problemas en la relación entre teoría, método y práctica arqueológicas; Aplicación de PERT a la planeación de la investigación arqueológica; Microcomputadoras para humanistas; Curso de computación: procesadores de textos y bases de datos, entre muchas más. Impartidas tanto en instituciones nacionales como la ENAH; la Escuela de Antropología de Guadalajara; la UNAM; y la Universidad de las Américas, entre otras. Asimismo, fue profesor visitante de la Universidad de Minessota (1981) y de la Universidad de Nuevo México (1986). Además de dictar numerosas conferencias de muy variados temas. Fue asesor de tesis de renombrados arqueólogos mexicanos como Mari Carmen Serra Puche, Rubén Cabrera, Ángela Mizoni, Morrison Limón, María Teresa Cabrero, Ana María Jarquín, Bernardo Fahmel, Dolores Soto, y muchos más.

Entre los reconocimientos que recibió están: el premio Bernardino de Sahagún en 1971 por el INAH, el Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Humanidades en 1996. Fue designado Investigador Emérito del IIA por el Consejo Universitario en 2001. Obtuvo el Lifetime Achievement Award de la Society for American Archaeology, por promover la arqueología y la interdisciplina, en 2002. 

Entre sus numerosas publicaciones están: Un montículo excavado en Culhuacán (1960); Estratigrafía cultural y natural en un tlatel en el Lago de Texcoco (1964); Con Noemí Castillo y Felicity Thomas Lista de conceptos que servirá de base de un programa para la dosificación y acumulación de datos sobre las piezas de la colección arqueológica en el Museo Nacional de Antropología (1964); Con Oscar Aguirre, Jorge Angulo y otros Primer informe sobre los trabajos arqueológicos de rescate efectuados en el vaso de la Presa de El Infiernillo, Guerrero y Michoacán (1964); Mesoamérica y la economía azteca (1965); Algunas investigaciones realizadas por medio de máquinas electrónicas de cómputo en el campo de la antropología (1968); Con Noemí Castillo Un sistema de estudio para formas de vasijas (1968); Tarjetas perforadas en los márgenes (1968); Algunas observaciones sobre el muestreo en arqueología (1969); Aplicación de la teoría de conjuntos a la formación de modelos para el desarrollo cultural (1969); Xochicalco en la caída del Clásico, una hipótesis (1970); Investigaciones en el Valle de Xochicalco: 1569-1970 (1971); Cihuatlán y Tepecoacuilco, dos provincias tributarias de México en el siglo XVI (1971); Las relaciones externas de Xochicalco: una evaluación de su significado (1972); Con Noemí Castillo La introducción posthispánica de elementos a las religiones prehispánicas: un problema de aculturación retroactiva (1972); Los patrones de cambio de estadío en el Valle de Xochicalco (1973); Uso de la espectrometría Mossbauer en el estudio de cerámicas antiguas (1974); En torno al problema de la definición de Mesoamérica (1975); Todas las piedras tienen 2000 años. Una introducción a la arqueología (1986); entre muchos otros títulos más.

Además de todos sus aportes académicos, no podemos dejar de mencionar su participación social a raíz del terremoto que azotó la ciudad de México en septiembre de 1985. El Doc era director de Proyectos Académicos de la UNAM, cuando se unió a la organización de apoyo a cargo de la Dirección General de Servicios Médicos, donde formó un equipo que se encargaba de coordinar las brigadas de rescate con el fin de obtener información de las personas fallecidas y las encontradas en los refugios, y capturar la información en los bancos de datos de la Dirección de Proyectos Académicos del Centro Médico. Este banco de datos era el único que existía en la ciudad. Dicha labor fue reconocida por el Gobierno de la República, quien lo distinguió con el Reconocimiento Nacional 19 de septiembre al “Valor Heroico”, el 24 de febrero de 1986.

Hombre de gran generosidad y calidad humana, aficionado a la música, al cine y al futbol, Puma de corazón, naturalmente, Jaime Litvak nació hace 90 años, el 10 de diciembre de 1933, y falleció el 2 de octubre de 2006 a los 72 de edad en la misma ciudad que lo vio nacer, la ciudad de México. Y como el Doc decía de sus queridos maestros ¡Era un viejo chingón!

 


 

Izquierda: Jaime Litvak en la inauguración del busto de Pedro Bosch-Gimpera, febrero de 1977. Fotografía de Arturo Romano. Centro: En la inauguración del edificio del Instituto de Investigaciones Antropológicas, con Miguel León Portilla, Octavio Rivero Serrano, Rodolfo Coeto Mota y otras personas, 12 de septiembre, 1984. Derecha: En el Instituto de Investigaciones Antropológicas, s/f. Fotografía de Rafael Reyes.

 

Por Alicia Reyes Sánchez 

Boletín Alfonso Caso