Juan Comas
Juan Comas nació en Alayor, Baleares, España, a principios de siglo; llegó a México a fines de 1939, dejando tras sí varios años de amplia actividad intelectual y esfuerzo denodado como funcionario de la República. Había iniciado su vida profesional a la edad de veintiún años, consagrándose a la pedagogía y a la educación pública. Realizó estudios de antropología en Madrid y Ginebra; a la caída del gobierno republicano y en medio de muchas vicisitudes, completó en 1939 el doctorado de antropología en la Universidad de Ginebra, con el profesor Eugène Pittard, ilustre investigador con quien Comas publica como coautor algunos de sus primeros trabajos de índole antropológica.
Formado en el campo de la antropología física, en la época de esplendor de la orientación morfológica de la antropología europea, Comas encuentra en México una rica temática que propicia sus afanes científicos. Aborda en seguida el estudio de los grupos indígenas de México, los del pasado prehispánico y los actuales, incorporándose así a la tradición de la antropología física mexicana, iniciada en los albores del siglo por Nicolás León, y va a convertirse en uno de sus principales sostenes científicos: produce valiosos estudios sobre materiales óseos humanos de origen arqueológico, con los que trata de resolver las incógnitas del poblamiento antiguo de Mesoamérica y de los pueblos que sustentaron el desarrollo cultural de esta región. La población de ascendencia indígena del México actual fue también de inmediato uno de sus focos de atención, no sólo en sus aspectos biológicos, en cuanto a manifestaciones de la variabilidad somática del género humano, sino también en cuanto a los factores sociales que inciden en las condiciones físicas de la población.
La vida de Juan Comas fue fructífera y ejemplar, su trabajo en el campo de la antropología, a lo largo de más de cuatro décadas, ha dejado una huella imperecedera. En particular, es importante recalcar su esfuerzo personal que culminó con la creación del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, en 1973. Pero el reconocimiento a las labores realizadas por Comas ha sido ya expresado en diversos momentos y en muchas formas: fue designado investigador emérito en la UNAM en 1975; recibió el reconocimiento de maestro fundador de la ENAH, al cumplir ésta sus 25 años de vida; se publicaron, con la colaboración de numerosos antropólogos de varios países, dos volúmenes de homenaje al cumplir Comas sesenta y cinco años de edad, y tres universidades extranjeras le otorgaron el doctorado Honoris causa. Fue designado presidente honorario de la Asociación Norteamericana de Antropólogos Físicos (1963-1964), y la misma asociación creó el premio anual Juan Comas para el mejor trabajo en antropología física de investigadores jóvenes. La American Anthropological Association lo distinguió asimismo con el premio "Malinowsky Award" en 1978. Y al fundarse la Asociación Mexicana de Antropología Biológica, en 1981, sus alumnos y colegas decidieron dar su nombre al coloquio bianual que esa asociación organiza, con el apoyo de las dos instituciones principales que cultivan la antropología física en nuestro país.
Fuente: Serrano Sánchez, C. (s.f.). Juan Comas Camps: Semblanza.
Recuperado de http://amabmex.tripod.com/miembros/juancomas.html