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El doctor Román Piña Chan nació en febrero de 1920 en la ciudad de Campeche y falleció a la edad de 81 años en abril de 2001 en la ciudad de México. De origen humilde, obtuvo una beca para estudiar biología en el Instituto Politécnico Nacional en la ciudad de México, donde conoció a Daniel Rubín de la Borbolla, quien influyó en su cambio de la biología por la antropología. Sus primeros trabajos arqueológicos fueron en Tzintzuntzan, Chupícuaro, Jaina y Uxmal. De sus investigaciones en Tlatilco surgieron tanto su tesis de licenciatura como la de maestría en Ciencias Antropológicas por la UNAM, esta última titulada Horizonte Preclásico del Valle de México. En esa misma casa de estudios obtuvo el doctorado con la tesis Arqueología y tradición histórica: un testimonio de los informantes de Sahagún.

Buscando tener una visión amplia y completa de las culturas mesoamericanas, exploró y excavó en la mayor parte del país. En Morelos: Atlihuayan, Xochicalco, Chalcatzingo y Teopanzolco; Tierra Nueva y Comalcalco en Tabasco; la zona costera de Oaxaca; Tizatlán en Tlaxcala; en el Estado de México trabajó Tlatilco, Teotihuacan, Chimalhuacán y Teotenango, en donde trabajó con un equipo multidisciplinario y logró conocer y reconstruir la ciudad en su totalidad. En Tlapacoya encontró tres tumbas reales con ricas ofrendas. Además de Uxmal, exploró Balankanché y Mul Chic en Yucatán; La Venta en Tabasco; Agua Espinosa en Guanajuato; El Tigre en Campeche; Queréndaro en Michoacán; Coyoacán, D.F.; Caballo Pintado e Izúcar de Matamoros en Puebla y realizó arqueología submarina en el cenote de Chichén Itzá.

Además de participar en la creación del nuevo Museo de Antropología en 1963, fundó numerosos museos de sitio, ya que consideraba que los descubrimientos arqueológicos debían ser conocidos por la sociedad. Entre ellos, creó el de Campeche, Ciudad Madero, Cuicuilco, Mérida, Morelia, Teotenango y Dzibilchaltún en Yucatán. Por supuesto que ese enfoque incluía también la docencia, la cual comenzó en la ENAH en 1953 y la interrumpió sólo dos semanas antes de su sentido fallecimiento en 2001. Entre muchas otras instituciones, impartió cátedra en la Universidad Iberoamericana, la UNAM y la Southern Illinois of Carbondale.

Prolífico escritor, algunas de sus obras son: Breve estudio sobre la funeraria de Jaina (1948), La cultura preclásica de la Cuenca de México (1955), Tlatilco (1958), Mesoamérica (1960), Una visión del México prehispánico (1967), Campeche antes de la conquista (1970), Teotenango. El antiguo lugar de las murallas (1975), Quetzalcóatl: serpiente emplumada (1977), Los olmecas antiguos (1982), Xochicalco: El mítico Tamoanchan (1989), Enciclopedia histórica de Campeche (2002).

 

  
   
Román Piña Chan impartiendo clase en el Museo Nacional de Antropología e Historia, entre sus alumnos está Joel Santos Ramírez, c. 1990-1993. Abajo a la derecha, su habitación en trabajo de campo. S/d. Colección de antropólogos.

 

Por Alicia Reyes Sánchez

Boletín Alfonso Caso