Imagen del mes - noviembre

Considerado uno de los Siete Sabios, Alfonso Caso y Andrade, fue abogado, arqueólogo, antropólogo, indigenista, historiador, filósofo y fundador de instituciones. Licenciado en Derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia, recibió su título en 1919 por la tesis titulada ¿Qué es el derecho? El siguiente año obtuvo el grado de Maestro en filosofía y en 1925 el título de arqueólogo, ambos por la Escuela de Altos Estudios de la Universidad Nacional de México.

Fue director de exploraciones de la zona arqueológica de Monte Albán de 1931 a 1943, donde descubrió 180 tumbas, entre ellas la número 7 el 9 de enero de 1932. Preocupado por correlacionar los calendarios prehispánicos con el cristiano, estudió numerosos códices, principalmente los mixtecos: Códices de Azoyú (1943); Mapa de Teozacoalco (1949); Vindobonensis (1951); Gómez de Orozco (1954); Lienzo de Yolotepec (1957); Mapa de Xochitepec (1958); Baranda (1958); Bodley (1960); Selden (1964) y Colombino (1966).

Como funcionario, ocupó la jefatura del Departamento de Arqueología del Museo Nacional y también se desempeñó como su director durante el período de 1930-1934. Fue Director General de Enseñanza Superior e Investigación Científica de la SEP en 1944. Entre 1946 y 1948 ocupó la Secretaría de Bienes Nacionales e Inspección Administrativa. Gracias a su formación como abogado y antropólogo fundó dos instituciones trascendentales para la antropología mexicana: el Instituto Nacional de Antropología e Historia del cual fue su primer director (1939 a 1944), y el Instituto Nacional Indigenista (1948), mismo que dirigió hasta su lamentable fallecimiento en 1970. Además, participó como miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Antropología en 1937 y de El Colegio Nacional en 1943.

Convocado por la Junta de ex-rectores de la Universidad Nacional para ocupar la Rectoría a partir de agosto de 1944, durante una severa crisis política que atravesaba esta noble institución, instaló un Consejo Constituyente para discutir y analizar el proyecto de la Ley Orgánica que hasta la fecha rige a esta Casa de Estudios. Una vez terminada la tarea encomendada, renunció a su cargo en marzo de 1945.

Entre su nutrida producción de 300 obras, aproximadamente, están las siguientes: Las estelas zapotecas (1928); Un códice otomí (1930); La religión de los aztecas (1936); La correlación de los años azteca y cristiano (1939); El águila y el nopal (1946); Contribución de las culturas indígenas de México a la cultura mundial (1946); Calendario y escritura de las antiguas culturas de Monte Albán (1947); Urnas de Oaxaca (1952); Bases para la sincronología mixteca y cristiana (1952); El pueblo del sol (1953); ¿El indio mexicano es mexicano? (1956); Los barrios antiguos de Tenochtitlán y Tlatelolco (1956); La cerámica de Monte Albán (1967); Los calendarios prehispánicos (1967); Religión o religiones mesoamericanas (1968); El tesoro de Monte Albán (1969); Reyes y reinos de la mixteca (obra póstuma en 2 vols., 1977, 1979).  

Don Alfonso Caso y Andrade falleció hace 50 años en la Ciudad de México, en noviembre de 1970, a los 74 de edad, apenas un mes después de su amigo el general Lázaro Cárdenas. Había nacido en esta misma ciudad en febrero de 1896.

 

   
Alfonso Caso, 1952. S/d.   Entre los ex-rectores Fernando Ocaranza y Gustavo Baz Prada, 1944. S/d.   Examinando el lienzo de Xicayan, Guerrero, 1965.  Foto Hermanos Mayo.    Fondo documental y fotográfico Alfonso Caso.

 

Por Alicia Reyes Sánchez

Boletín Alfonso Caso