Imagen del mes - enero

Heinrich Schliemann nació en Neuboukov, Gran Ducado de Mecklemburgo-Schwerin, Alemania, en enero de 1822. Hijo de Ernst Schliemann, pastor protestante, humilde pero culto, que de niño le narraba las hazañas de los héroes de Homero y la guerra de Troya, así como el final trágico de Pompeya y Herculano. Durante su adolescencia interrumpió sus estudios debido a problemas económicos. Empezó a trabajar en una tienda de ultramarinos y desempeñó diferentes oficios, pero pronto se encaminó hacia el comercio. Al mismo tiempo iba aprendiendo idiomas con un método propio, llegando a dominar quince, entre ellas el inglés, francés, holandés, español, italiano, portugués, ruso, griego (moderno y antiguo), latín, danés, sueco, noruego, polaco, árabe y por supuesto, el alemán.

A los 44 años, con una fortuna bien consolidada, se inscribió a varios cursos sobre lengua y literatura francesas, filosofía griega y egiptología en la Universidad de la Sorbona. Un año antes, en 1868, hizo su primer viaje a Grecia, visitó Ítaca, Micenas y los Dardanelos. Aquí conoció al cónsul británico, Frank Calvert, arqueólogo aficionado, quien había comprado la mitad de la colina de Hisarlik en Turquía y había realizado varias excavaciones, fue él quien le sugirió a Schliemann que Troya se encontraba ahí.

Empezó a excavar en 1870. Distinguió estratos que correspondían a fases distintas de la ocupación de Troya, originalmente pensó que Troya II correspondía a la Troya de la Ilíada. En 1873 descubrió una colección de objetos y joyas de oro que llamó el Tesoro de Príamo. La llevó a Grecia de manera ilegal así que en 1874 fue acusado por el Imperio Otomano de robo de bienes nacionales. Para volver a excavar pagó una indemnización mayor de la impuesta y donó algunas piezas al Museo de Constantinopla. Realizó tres campañas más en Troya apoyado por Wilhelm Dörpfeld, brillante arquitecto y arqueólogo, lo cual le permitió corregir la creencia de que Troya II era la ciudad de Homero y en cambio debía identificarse con Troya VI.

Realizó excavaciones en otros sitios como Orcómeno, Olimpia y Tirinto, pero fue en Micenas (1876) donde hizo importantes hallazgos. Descubrió cinco tumbas en el recinto llamado Círculo funerario A, con un total de 20 cadáveres que tenían ajuares funerarios ricos y con abundantes objetos de oro, bronce, marfil y ámbar, entre ellos estaba la máscara de Agamenón.

Sus libros publicados son: La China y el Japón (1867); Ítaca, Peloponeso y Troya (1868); Antigüedad de Troya (1874); Illión (1879); Orcómeno (1881); Troya (1883) y Tirinto (1885).

Falleció en Nápoles el 26 de diciembre de 1890 pero fue sepultado en el Cementerio Principal de Atenas, en donde había construido su propio mausoleo.

 

  
 Heinrich y Sophia Schliemann, quien luce parte de las joyas del Tesoro de Príamo. S/d. Fondo documental y fotográfico Pedro Bosch-Gimpera.

 

Por Alicia Reyes Sánchez

Boletín Alfonso Caso