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Pionera de la antropología física en México Ada D’Aloja Ameglio nació en Bolonia, Italia, el 26 de junio de 1900. Hija de un ingeniero militar, Alessandro D’Aloja, de quien heredó su disciplina, su férrea voluntad y gusto por el deporte, y de Anna Ameglio, mujer de amplia cultura que la encauzó hacia una preparación profesional universitaria, lo cual no era común para las mujeres de su época. 

En 1924 se inscribió a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Roma y obtuvo su primer doctorado en Química en 1928. Cuatro años después, en 1932, obtuvo un segundo doctorado en la misma Universidad, pero ahora en Geografía con especialidad en Antropología. Ahí tuvo la influencia de su profesor Sergio Sergi, quien la encaminó hacia la antropología y la puso en contacto con Corrado Gini, presidente del Comitato Italiano per lo Studio dei Problemi della Popolazione, quien tenía interés por estudiar a la población americana que vivía aislada –mestizos, blancos, negros e indígenas–, así que inició el proyecto en 1933 en México, lo que seguramente, motivó el interés de Ada por estos grupos.

Desde su llegada a nuestro país tuvo una vida académica muy activa, dividida entre la enseñanza y la investigación. En este último ámbito, durante 1937 y 1939, trabajó para el Instituto Panamericano de Geografía e Historia haciendo investigaciones en antropología y demografía en diversos grupos indígenas –quiché, mame, pocoman, chorotega, chibchamizquito y payalenca– de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Los datos antropométricos que obtuvo se publicaron entre 1939 y 1940, y actualmente son los únicos con los que se cuenta para esos grupos.

En el campo de la docencia, entre 1939 y 1941, fue una de las profesoras fundadoras de la carrera de antropología física en el Departamento de Antropología de la Escuela Nacional de Biología del IPN, el cual se convertiría en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 1942. A los primeros alumnos de la carrera les impartió los cursos de antropología física general, estadística y biometría. Al mismo tiempo, se desempeñó como investigadora del Departamento de Antropología Física del Museo Nacional de Antropología de México, en donde trabajó en la obtención de datos antropométricos de la población chinanteca de Oaxaca, así como de niños escolares de Mixquic en el Distrito Federal. En su investigación sobre los chinantecos llevó a dos mujeres estudiantes en el trabajo de campo, siendo la primera investigadora en hacerlo (1941).

Durante el período de 1942 a 1952 fue nombrada jefa del Laboratorio de Biotipología del Instituto Politécnico Nacional, lo cual le dio la oportunidad de introducir los conocimientos de la Escuela Biotipológica Italiana en nuestro país, y en 1947 publicó junto con José Gómez Robleda Biotipología, la primera exposición de la metodología seguida por Giacinto Viola y Bárbara para determinar el biotipo.

Su actividad académica se vio interrumpida a raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial ya que había conservado su nacionalidad italiana. Sin embargo, la reanudó en 1944 y continuó con su actividad docente en la ENAH, impartiendo las siguientes materias: biotipología, demografía, genética humana y un seminario de investigación en antropología, hasta 1962. A pesar de los problemas que tuvo por su nacionalidad, no se naturalizó mexicana hasta 1960.

La actual Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM se benefició con sus enseñanzas, donde impartió las materias de antropología física entre 1953 y 1960, demografía entre 1962 y 1966 y estadística entre 1965 y 1966. Al mismo tiempo, esta institución la contrató como investigadora de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Sociales, durante el período de 1955 a 1966. Este último año, fue directora del trabajo de campo de una investigación sobre la familia mexicana patrocinada por la Fundación Ford.

También impartió cursos en el México City College, actual Universidad de las Américas, enseñando antropología física de 1954 a 1976, demografía de 1963 a 1969 y estadística de 1967 a 1972. En esta misma universidad se hizo cargo del Departamento de Antropología y Sociología, durante el año de 1975 a 1976.

Fue en 1977 cuando se incorporó al Instituto de Investigaciones Antropológicas como investigadora titular de tiempo completo, contratada por Jaime Litvak, primer director de ese instituto. Ahí siguió desarrollando sus investigaciones, entre ellas, una sobre demografía del recién nacido, en el Valle del Mezquital, Hidalgo, (1977-1979); así como recabando datos demográfico-fisiológicos en un ejido del distrito de Zamora, Michoacán, a partir de 1983.

Entre los reconocimientos a su larga y productiva trayectoria académica, está el haber recibido una beca de la Organización de Estados Americanos para asistir a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, como investigadora de genética humana (1962-1963); haber sido nombrada investigadora del Sistema Nacional de Investigadores de México en 1985; la Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó el premio Universidad Nacional en Docencia en Ciencias Sociales en 1986; la ENAH le otorgó un Diploma en reconocimiento a su labor en el campo de las Ciencias Antropológicas y por ser parte de la Primera Generación de Profesores de esa Escuela (1988); y la Asociación Mexicana de Antropología Biológica la reconoció como socio fundador en 1996.

Entre sus publicaciones están: Informe sobre la investigación antropológica-demográfica que realizó Ada D’Aloja en Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador (1939); Sobre la variabilidad de algunas características antropológicas entre indígenas centroamericanos (1940); Exploración del sistema de regulación autónoma en un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México (1953); Determinación dinamométrica (1986).  Con José Gómez Robleda: Biotipología (1947); La familia y la casa (1959); Estudios biotipológicos de los otomíes (1961); La población del Valle del Mezquital (1980); Fecundidad en un pueblo rural (1981); Data antropométrica (1982); La hora del nacimiento en el Mezquital (1983); Condición del recién nacido en el Mezquital (1983).

Con esta breve nota recordamos a nuestra estimada maestra Ada D’Aloja a 20 años de su sentido fallecimiento, el 27 de agosto de 2004 en la ciudad de Morelia, Michoacán, a los 104 años de edad. 

        
Ada D’Aloja en diferentes momentos: en 1937, s/d; en 1960, s/d; y en 2000 en su cubículo del Instituto de Investigaciones Antropológicas, fotografía de Rafael Reyes.  Fondo documental y fotográfico Ada D’Aloja.

 

Por Alicia Reyes Sánchez

 

Boletín Alfonso Caso