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Hace 50 años falleció uno de los fundadores del Instituto de Investigaciones Antropológicas, don Pedro Bosch-Gimpera. Historiador y arqueólogo prehistoriador, falleció el 9 de octubre de 1974 en la Ciudad de México. Había nacido en Barcelona, España, el 22 de marzo de 1891. Fue el único hijo del matrimonio formado por Pedro Bosch Padró y Dolores Gimpera Juncá. Su padre se dedicaba al negocio de las aseguradoras y era republicano y catalanista. Su abuelo materno fue un maestro de amplia cultura, de ideas liberales y relacionado con personajes de la política, desde muy niño Pedro tuvo contacto con los libros de historia y literatura en la biblioteca de su abuelo. En la Universidad de su natal Barcelona estudió las licenciaturas en Filosofía y Letras, Sección de Letras, y en Derecho. Mientras que en la Universidad de Madrid cursó los doctorados respectivos, y obtuvo el grado en Filosofía y Letras con la tesis Los poemas de Baquílides de Ceos, la cual quedó inédita, y en Derecho con la tesis El derecho de la guerra en Grecia, ambos en 1911. Este último año consiguió una beca de la Junta de Pensiones y Ampliación de Estudios para viajar a Berlín donde estudió Filología clásica, Historia de Oriente, Historia clásica, Arqueología clásica y Prehistoria, además fue ayudante del Museo prehistórico haciendo prácticas de Museología. Con dichos estudios y al conocer al filólogo y helenista Ulrich von Willamowitz-Moellendorf, su carrera académica se reorientó de manera definitiva hacia la Arqueología, ya que había mucho por hacer en España en el campo de la arqueología protohistórica, según consejo de Willamowitz. Bosch-Gimpera estuvo durante dos períodos en Alemania, de 1911 a 1912 y de 1913 a 1914, entre ambos, regresó a Madrid y obtuvo el Doctorado en Historia con la tesis titulada El problema de la cerámica ibérica, la cual se publicó en 1915. 

Este último año regresó a España debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. Lo nombraron Director del Servicio de Investigaciones Arqueológicas de Cataluña (1915-1929). En 1916 obtuvo la cátedra de Historia Universal Antigua y Media de la Universidad de Barcelona, lo que le permitió organizar el siguiente año el Seminario de Prehistoria, antecedente de la Escuela Catalana de Arqueología, de la cual surgieron personalidades que hicieron importantes contribuciones a la arqueología española como Josep de Calasanz, Alberto del Castillo, Joan Maluquer de Motes, Luis Pericot y Elíes de Serra Rafols, entre otras. Fue Director del Museo de Arqueología de Barcelona entre 1923 y 1939. Académicamente se enfocó al estudio de la Prehistoria del Mediterráneo y de la Europa Occidental, sobre todo desde la reconstrucción etnológica, así como del enlace de la Prehistoria con la Historia. Hizo excavaciones en localidades prehistóricas, especialmente en los poblados ibéricos del Bajo Aragón, las cuales ofrecieron datos importantes para la cronología de esas culturas, también excavó en la Colonia Griega de Emporion.

Durante la Segunda República Bosch participó activamente ocupando puestos de funcionario en el gobierno español. Fue Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de 1931 a 1933 y Rector de la Universidad Autónoma de Barcelona de 1933 a 1939. En este último cargo efectuó la reforma universitaria con la cual modificó el sistema educativo obsoleto y la convirtió en un centro de investigación científica muy importante para su época. Para 1937 Luis Companys, Presidente de la Generalidad, lo nombró Consejero de Justicia del gobierno catalán, en donde intentó normalizar los Servicios e Instituciones de Justicia y recuperar la libertad de la práctica religiosa rescatándola de la clandestinidad, ambos alterados desde el inicio de la Guerra Civil. Aprovechando su puesto de funcionario, ayudó a evacuar a un gran número de intelectuales republicanos amenazados por los franquistas y ante el inminente triunfo de éstos salió al exilio en febrero de 1939. Llegó a Inglaterra donde se desempeñó como profesor huésped de la Universidad de Oxford durante el período de 1939 a 1940. Para finales de ese año salió para América, visitó Panamá y Colombia y llegó a México en 1941, en donde se instaló de manera definitiva y se naturalizó mexicano en 1942.

Llevó una vida académica muy activa desde su arribo a nuestro país. Fue profesor de la Escuela de Verano de la Universidad Nacional de México (1941-1944). Profesor de la Escuela Nacional de Antropología (a partir de 1941), Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (Seminario de Historia General para preparación de tesis, de 1944 a 1948). Además de impartir conferencias a nivel nacional en las Universidades de Guadalajara, Monterrey y Saltillo, así como en el extranjero, en Nueva York, Chicago, Minneapolis, Cuba, Colombia, la Sorbona, Roma, Praga, Berlín y otros.

Naturalizado mexicano, representó a nuestro país ante distintos organismos internacionales. Jaime Torres Bodet lo invitó a ocupar la Jefatura de la División de Filosofía y Humanidades de la UNESCO en París (1948-1952). Fue parte del Comité Cultural Consultivo del Gobierno Mexicano ante ese mismo organismo, y Presidente del Consejo Humanístico de México de la Unión Académica Internacional. Fue Secretario General de la Unión Internacional de las Ciencias Antropológicas y Etnológicas (UICAE) en el período de 1953-1966. En 1954 ingresó como Investigador de Tiempo Completo al Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional. Fue el primer antropólogo en ingresar a ese Instituto, al que poco después llegaron el etnólogo Paul Kirchhoff, el antropólogo físico Juan Comas, el lingüista Mauricio Swadesh, el antropólogo físico Santiago Genovés y el arqueólogo Eduardo Noguera. Para 1963, estando al frente del IIH Miguel León Portilla creó la Sección de Antropología y nombró a Juan Comas su director. Diez años después dicha Sección se convirtió en el actual Instituto de Investigaciones Antropológicas, el cual acaba de cumplir 51 años en el presente mes. El 14 de abril de 1959, junto con este mismo grupo de antropólogos fundó el Doctorado en Antropología de la UNAM.

Entre los reconocimientos que recibió están: el Premio Raoul Dusseigneur de l’Academie des Inscriptions et Belles Lettres de París, Chevalier y después Commandeur de l’Ordre des Palmes Académiques. Fue Honoris Causa por la Universidad de Heidelberg en 1936, el cual le fue renovado en 1966 porque había sido revocado por Hitler. La Universidad de San Carlos en Guatemala lo nombró Profesor Honorario Fundador de su Facultad de Humanidades en 1945. La Universidad de San Salvador le otorgó el título de Profesor Honorario en 1947. Fue nombrado Investigador Emérito por la UNAM en 1967. En 1971 el Instituto Nacional de Antropología e Historia le otorgó el premio Fray Bernardino de Sahagún por su trayectoria científica.

Entre su nutrida producción se encuentran los siguientes títulos: La cerámica grega d’Empuries (1911-12); El problema de la propagación de la escritura en Europa y los signos alfabéticos de los dólmenes de Alvao (1913); Campanya arqueológica de l’Institut d’Estudis Catalans al limit de Catalunya i Aragó: Caseres, Calaceit i Macalió (1913-14); Excavacions d’Empuries. La cerámica ibérica. La catapulta (1913-14); El problema de la cerámica ibérica (1915); La cerámica hallstattiana en las cuevas de la provincia de Logroño y su ocupación en distintas épocas (1915); Prehistoria catalana (1919); Ensayo de una reconstrucción de la Etnología prehistórica de la Península Ibérica (1922); Historia de Oriente (1926); Etnología de la Península Ibérica (1932); con J. de C. Serra-Rafols y A. del Castillo: Emporion (1934); Le base campaniforme pyrenéen (1937); Two celtic waves in Spain (1942); Posibles conexiones entre las culturas de Norteamérica y las del Viejo Mundo (1943); Para la comprensión de España (1943); España, un mundo en formación (1943); The phoceans in the Far West (1944); La evolución histórica y las limitaciones de la democracia (1945); El poblamiento antiguo y la formación de los pueblos de España (1945); Prehistoria e Historia (1946); Los pueblos del mundo español (1946); Historia de Oriente (1947, 1951); Mouvements celtiques (1950-56); Phéniciens et grecs dans l’extréme Occident (1951); Todavía el problema de la cerámica ibérica (1958); Asia y América en el paleolítico inferior. Supervivencias (1958); El problema indoeuropeo (1960); La cronología de las pinturas rupestres levantinas (1960); El vaso campaniforme de la cultura pirenaica (1962); La prehistoria y los orígenes del hombre americano (1964); El Próximo Oriente en la antigüedad (1964); El arte rupestre en América (1964); L’Amérique avant Christopher Colombo (1967); Historia de Oriente, Tomo I (1970); Paralelos transpacíficos de las altas culturas americanas y su cronología (1970); Prehistoria (1974); Paletnología de la Península Ibérica (1974); La América prehispánica (1975), entre muchos otros títulos.

Don Pedro Bosch-Gimpera se casó con doña Josefina García con quien tuvo tres hijos: Carlos, Pedro y María Trinidad. Su hijo mayor, Carlos Bosch García, fue historiador e investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.  Don Pedro nunca regresó a España, decía que lo haría hasta que el gobierno franquista dejara el poder, desafortunadamente falleció en la ciudad de México el 9 de octubre de 1974, a los 83 años de edad, un año antes de la muerte de Franco.  

      
Pedro Bosch-Gimpera en distintos momentos: con un grupo de trabajadores de sus primeras excavaciones en el poblado ibérico de la Gessera, 1914. Con Antonio Ma. Sbert, Consejero de Cultura de la Generalidad de Cataluña, recorriendo el Museo de sitio de Emporion, 1937, y en Laussane, Suiza, c. 1950. Fondo documental Pedro Bosch-Gimpera.
  
Homenaje de instalación del busto de Pedro Bosch-Gimpera en la explanada del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. De izquierda a derecha: Luis Alberto Vargas, Teresa de Maria y Campos (escultora), Jaime Litvak, señora Josefina García de Bosch y Guillermo Soberón, rector de la UNAM. Fotografías de Arturo Romano, febrero de 1977. Fondo documental Juan Comas.

 

Por Alicia Reyes Sánchez 

Boletín Alfonso Caso