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- Categoría: Fondos documentales Alfonso Caso
- Publicado: Jueves, 05 Junio 2025 12:00
Hace 73 años, el domingo 15 de junio de 1952, Alberto Ruz Lhuillier descubrió la Tumba de K’inich Janaab’ Pakal I en el Templo de la Inscripciones de Palenque. Fue su décimo primer gobernante y estuvo en el poder de 615 a 683 d.C. El cuerpo de Pakal fue depositado en esa tumba el 28 de agosto de ese último año. Bajo una escalera compuesta de 45 escalones, Ruz encontró una cripta con una lápida de grandes proporciones que cubría el sarcófago. En los últimos escalones había una antecámara donde se encontraron restos de cinco hombres y una mujer con deformaciones craneales y rodeados de ofrendas funerarias. El sarcófago y la lápida son monolitos de tamaño más grande que la puerta con un peso de 20 toneladas, aproximadamente; razón por la cual se cree que primero se construyó la tumba y sobre ella se edificó el templo, mismo que es considerado el monumento funerario más importante de Mesoamérica.
Fue un descubrimiento fundamental para el desarrollo de la arqueología maya, ya que ayudó a comprender el pensamiento religioso y las costumbres funerarias de esa cultura. La lápida es considerada una de las obras maestras de la escultura maya y refleja su cosmogonía. Mide 3.80 m de largo por 2.20m de ancho y pesa 7 toneladas. Representa a Pakal como un hombre joven sentado en el centro del universo, por debajo tiene a Sak B’aak Naah, primer ciempiés de huesos blancos que representa a Xibalbá o el inframundo maya. De Pakal surge un árbol con una serpiente de dos cabezas cruzándose, dividiendo el cosmos en cuatro regiones. Alrededor del árbol las caras de distintas deidades que le acompañan en su viaje por el cosmos, y justo en la copa del árbol está Itzamná representado como un quetzal.
En su interior fue encontrada una rica ofrenda con más de tres mil piezas de jade, entre ellas una máscara que cubría el rostro de Pakal, un tocado, collares, pulseras, anillos, un pectoral y diversas figurillas, además de vasijas y dos cabezas modeladas en estuco.
La osamenta del rey fue estudiada en el momento del descubrimiento por los antropólogos físicos Eusebio Dávalos Hurtado y Arturo Romano Pacheco, quienes concluyeron que el esqueleto era de un hombre adulto, alto, robusto y de edad probable de entre 10 y 50 años. Estudios más recientes realizados en 2006 concluyeron que había muerto a una edad avanzada superior a los 55 años, y que había sufrido osteoporosis y artritis.
Palenque o Lakamha´ "Lugar de las grandes aguas", ha sido estudiado por especialistas nacionales e internacionales desde el siglo XVIII. Fue la capital de uno de los reinos mayas del período Clásico (250-900 d.C.). Alcanzó una extensión de 2.2 km cuadrados. Su época de apogeo fue entre 615 y 723 d.C., se cree que fue habitada por 8 000 personas, y había más de 1500 estructuras. Fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1987.
El descubridor de la tumba, el arqueólogo Alberto Ruz nació en París el 27 de enero de 1906, hijo del cubano Francisco Alberto Ruz y de la francesa Louis Lhuillier, procedente de Bordeaux. Creció en un vecindario de exiliados cubanos que habían huido de Cuba por la guerra de Independencia. En 1926 llegó por primera vez a la Isla en donde se integró a la lucha política contra Machado y posteriormente contra Fulgencio Batista. En 1935 se exilió a México durante el gobierno de Lázaro Cárdenas. Se inscribió a la carrera de Antropología en 1938, y para septiembre de 1940 se naturalizó mexicano. Murió el 25 de agosto de 1979, en Canadá. Respetando su voluntad, sus restos fueron cremados y sepultados en Palenque.
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Izquierda: Vista aérea de la zona arqueológica de Palenque. Compañía Mexicana Aerofoto, s/f. Derecha: Templo de las Inscripciones, s/f. Fondo Documental Alfonso Caso.
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Izquierda: Lápida del sarcófago de la tumba de Pakal, Palenque, s/f. Derecha: Detalle de la lápida del sarcófago. Fondos Documentales Pedro Bosch-Gimpera y Alfonso Caso, respectivamente.
Por Alicia Reyes Sánchez
