Fondos documentales Alfonso Caso

El 26 de septiembre de 1949 la arqueóloga Eulalia Guzmán declaró que había encontrado los restos de Cuauhtémoc bajo el altar mayor de la iglesia de Santa María de la Asunción en Ixcateopan, Guerrero. Eran restos de huesos calcinados, acompañados de una punta de lanza, una placa ovalada de cobre con una cruz en el centro y tenía grabada la siguiente inscripción: 1525-1529. Rey e S. Coatemo.

Científico de intereses multidisciplinarios que incursionó en la etnología, la paleontología, la craneología y la historia de las técnicas, el arqueólogo parisino André Leroi-Gourhan nació el 25 de agosto de 1911. Quedó huérfano a los cuatro años y fue criado por sus abuelos maternos, en reconocimiento a ello decidió agregar el apellido Gourhan a su nombre. Fueron ellos quienes desarrollaron su gusto por la observación de la naturaleza. Su abuela lo llevaba al parque botánico Le Jardin des Plantes en donde se encuentra el Museo de Historia Natural; mientras que su abuelo, −tesorero de la Asociación de Naturalistas Aficionados−, lo llevaba a sus expediciones a la provincia de Moret−sur−Loing (Seine−et−Marne) para observar la naturaleza y recoger muestras de flora. Aunado a estas experiencias familiares, la lectura del libro Los hombres fósiles de Marcellin Boule y Henri Vallois, terminó por encauzar su vocación hacia los estudios antropológicos.  

Sir Arthur John Evans nació en Nash Mills, Inglaterra, en julio de 1851. Fue hijo del también arqueólogo Sir John Evans. Estudió en Harrow School, en el Brasenose College de la Universidad de Oxford, y en Gotinga, Alemania. Uno de sus primeros acercamientos a la arqueología fue a los quince años, cuando visitó las excavaciones paleolíticas del valle del Somme en Francia, acompañando a su padre. Posteriormente, como estudiante de Oxford, dedicaría sus veranos a viajar por varios yacimientos arqueológicos de Europa, en especial por los Balcanes. Su encuentro con el descubridor de Troya, Heinrich Schliemann en 1882 y los objetos micénicos que éste le mostró, despertaron su interés por la civilización minoica.

El naturalista suizo Eugene Pittard nació en Plainpalais, en junio de 1867. Hijo del matrimonio formado por Ami Michel Pittard y Jeannette Bergin, desde niño tuvo afición por coleccionar diversos objetos, como guijarros, fósiles, huesos y monedas. Ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Ginebra, y aunque sus estudios iniciales fueron en zoología, pronto se inclinó por las nuevas disciplinas como la antropología, la prehistoria y la etnología. Obtuvo su doctorado en 1899 por la tesis titulada: Investigación de anatomía comparada en varias series de cráneos antiguos del Valle del Ródano (Valais), la primera sobre antropología presentada en esa Universidad. Fue uno de los pioneros de los estudios antropológicos en Suiza. En la Universidad de Ginebra creó la cátedra de Prehistoria y Antropología en 1916, la cual ocupó hasta 1949.

Fernando Jordán Juárez, fue el segundo de los siete hijos del matrimonio formado por el militar Amado Jordán Sánchez de la Barquera y Elena Juárez Villegas, nació en el Distrito Federal en abril de 1920. Fue periodista, escritor y etnólogo. Cursó estudios en la escuela vocacional de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), ahí inició su vínculo con el periodismo. Abandonó esos estudios por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, cuya sede se encontraba en el Casco de Santo Tomás y también dependía del Instituto Politécnico Nacional.

Felipe Solís Olguín fue arqueólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, maestro en Ciencias Antropológicas y doctorante en Estudios Mesoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Falleció en abril de 2009 en el Distrito Federal, en la misma ciudad donde había nacido en diciembre de 1944. Ingresó al Instituto Nacional de Antropología e Historia como investigador en 1972. Fue subdirector de Arqueología del Museo Nacional de Antropología (1990-2000) y a partir de enero de 2001 se desempeñó como su director hasta su lamentable fallecimiento.

Jorge Acosta Ruffier fue hijo del diplomático mexicano Alfonso Acosta Villalobos y de Catalina Ruffier Orelia. Nació en Pekín en abril, pero hay dudas si fue en 1908 o 1904. Estudió en el Sevenoacks School en el Condado de Kent, Inglaterra (1919-1923). Prosiguió sus estudios en el St. Johns College en Cambridge (1924-1925) en donde conoció a Eric J. Thompson quien fue su compañero de estudios.

Charles Robert Darwin, naturalista inglés, nació en Shrewsbury en el condado de Shropshire, en febrero de 1809. Hijo del médico Robert Waring Darwin y de Susannah Wedgwood, fue nieto del conocido médico y naturalista Erasmus Darwin. Desde niño tuvo inclinación por la historia natural y afición a coleccionar distintos objetos como conchas, sellos, monedas y minerales. Cuenta en su autobiografía que fueron varios los libros que lo influyeron de pequeño, como El libro de las Maravillas del Mundo, el cual le despertó el deseo de viajar a lejanos países. El catecismo de química de Samuel Parkes y La historia natural de Selborne de Gilbert White le produjeron gran interés, sobre todo este último lo motivó a observar el comportamiento de las aves.

Heinrich Schliemann nació en Neuboukov, Gran Ducado de Mecklemburgo-Schwerin, Alemania, en enero de 1822. Hijo de Ernst Schliemann, pastor protestante, humilde pero culto, que de niño le narraba las hazañas de los héroes de Homero y la guerra de Troya, así como el final trágico de Pompeya y Herculano. Durante su adolescencia interrumpió sus estudios debido a problemas económicos. Empezó a trabajar en una tienda de ultramarinos y desempeñó diferentes oficios, pero pronto se encaminó hacia el comercio. Al mismo tiempo iba aprendiendo idiomas con un método propio, llegando a dominar quince, entre ellas el inglés, francés, holandés, español, italiano, portugués, ruso, griego (moderno y antiguo), latín, danés, sueco, noruego, polaco, árabe y por supuesto, el alemán.

Nacido en diciembre de 1849 en Krosno Ordzanskie, Polonia, Eduard Georg Seler, fue filólogo, antropólogo, etnohistoriador, epigrafista y especialista en culturas mesoamericanas. Estudió Matemáticas, Ciencias Naturales, Botánica y Geología. Interesado en la evolución de las lenguas indoeuropeas estudió el húngaro, el ruso y el sánscrito, estudios que lo llevaron a interesarse por las lenguas indígenas de Mesoamérica, las cuales ya no abandonaría y de donde surgió su tesis doctoral titulada El sistema de la conjugación en las lenguas mayas, sustentada en la Universidad de Leipzig en 1887.

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